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 el pecado y la muerte y la

         selección divina

 

Hasta que entendamos la revelación de Dios referente al actual estado del pecado, la muerte y el propósito de Dios para con la tierra y la humanidad, es normal encontrar gran dificultad cuando consideramos el destino de los “paganos”, niños fallecidos, y aquellos con diversos tipos de extrema discapacidad, etc.

 

Primeramente, es necesario descartar completamente la falsa enseñanza de la actual posesión de la inmortalidad (por ej., “el alma inmortal”, una doctrina pagana que vino de Egipto) antes de que podamos entender la Biblia y el mundo que nos rodea – haga enlace con ‘mortal’.

 

Una vez que hayamos hecho esto, y hayamos llegado al entendimiento de que el hombre es mortal a causa del pecado cometido en el principio, podemos mirar el tema con una luz mucho más clara. El hombre pecó, el hombre es mortal, el hombre perece. Es tan simple como eso. Y si esto hubiera de ser el fin del asunto, el libro se cerraría en lo que parecería a primera vista que fue un ejercicio infructuoso.

 

Pero, gracias a Dios, esto no es el fin del asunto. Dios tiene un propósito para con la tierra, y lo ha declarado en toda la Biblia. Un notable ejemplo se halla en Números 14:21 – “Pero tan ciertamente como que yo vivo, toda la tierra se llenará de la gloria  de Yahvéh” (Versión Rey Santiago). Esta gloria será revelada en los hombres en los hombres y mujeres inmortalizados que habrán sido redimidos por el sacrificio de Cristo.

 

Es imposible creer que lo que sea que haga Dios pueda resultar en fracaso. Él es Omnisciente y Todopoderoso. “Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho… Dios… llama las cosas que no son, como si fuesen” (Isaías 46:10; Romanos 4:17). Por lo tanto, podemos entender que aunque el pecado estropeó la Creación original, esto debe haber sido previsto y permitido, y usado como parte del plan divino para la tierra y para los redimidos.

 

Es absolutamente necesario mirar estas cosas desde el punto de vista de Dios. Sólo de esta manera podemos esperar entender los verdaderos hechos referente al pecado y a la selección divina. El primer cristadelfiano (John Thomas) lo resumió así:

 

“Los hombres no llegaron a existir para el propósito de ser salvos o perdidos. La manifestación de Dios, no la salvación humana, era el magnífico propósito del Espíritu Eterno. La salvación de una multitud es incidental a la manifestación, pero no era el objetivo propuesto” (‘Herald of the Kingdom and Age to Come’ – Enero 1858, p. 84).

 

No es lógico pensar en los “paganos”, niños pequeños, y aquellos con diversos tipos de extremas discapacidades, etc., de manera aislada. También debemos tomar en cuenta a aquellos que viven quizás toda su vida creyendo en falsedades paganas como las que enseñan las iglesias apóstatas. Y también aquellos que no tienen interés en Dios. El destino de todos los recién señalados es el de todo el género humano en su estado natural – “por el pecado la muerte”… “la paga del pecado es muerte” (Romanos 5:12; 6:23). Fuera del llamamiento de Dios [ver a continuación], “tiempo y ocasión acontecen a todos” (Eclesiastés 9:11). “El hombre que goza de honores y no entiende, semejante es a las bestias que perecen” (Salmos 49:20).

 

Ellos no han perdido nada. Lo que les ocurre a ellos, se aplica a todos nosotros en el sentido natural. Dios nos concede clementemente (por un tiempo limitado, y en algunos más limitado que en otros) vida sobre la tierra que él ha creado. Él no necesita hacer esto, y nosotros no podemos quejarnos – “¿Dirá el vaso de barro al que lo labró: Por qué me has hecho así?” (Romanos 9:20).

 

¿Y qué hay de la objeción de que algunos habrían alcanzado la salvación si se les hubiera dado la oportunidad? El testimonio de la Escritura es que esto es imposible.  Como ya se ha mostrado, Dios conoce todas las cosas, y esto incluye saber no sólo quienes están capacitados para someterse a él, sino también aquellos que verdaderamente lo harán. Considere Jeremías 1:5; Romanos 8:28-30; Efesios 1:4, 5, 11; 2 Timoteo 1:9; Apocalipsis 17:8.

 

Todos los que caen dentro de este ámbito están protegidos desde su concepción. Esto en verdad es una parte integral del propósito de la Creación… “todas estas cosas padecemos por vosotros” (2 Corintios 4:15). Pero esto no es calvinismo. Los dos principios de la divina presciencia (precognición) y el libro albedrío existen uno al lado del otro.

 

Las palabras de Pablo en Romanos 9:18-24 son una alusión directa a Jeremías 18:1-10, donde la figura del alfarero y la arcilla se expone. Y Pablo continúa - "¿No tiene el alfarero el poder sobre la arcilla? de la misma masa para hacer uno un vaso para honra y otro para deshonra?" Este resultado es una combinación de los dos principios de la presciencia y el libre albedrío. En v20 cita de Isaías 45:9 para demostrar la soberanía de Dios antes de mostrar que el libre albedrío es también un principio operativo del plan divino (ver más abajo)

 

Una buena ilustración de estos dos principios coexistentes se halla en Génesis 18:19, donde Dios testifica de Abraham:

 

 “Porque yo lo conozco, que mandará a sus hijos y a su casa después de sí que guarden el camino de Yahvéh, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Yahvéh sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él”.

 

Por otro lado, Dios sabía de antemano qué clase de hombre era Faraón, y lo usó para mostrar su gloria:

 

“Y a la verdad, por esta causa te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea proclamado en toda la tierra”  - Éxodo 9v16.

 

Los dos principios anteriores se demostró ampliamente en el sacrificio de Cristo. Jesús puso voluntariamente a la voluntad de su Padre por encima de su propia - "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". Y el resultado fue "por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios", que participa en el proceso de acusación de los Judios de Peter - "Él ... os han tomado, y por manos de inicuos, crucificado y muerto". - Lucas 22:42; Hechos 2:23.

 

Además de aquello que son  conocidos de antemano y convocados especialmente que demuestran ser fieles, habrá otros que o bien rechazar a sabiendas, o hacia el exterior aceptar la Verdad - pero cuyo corazón no es perseverante en Dios. Éstos serán juzgados y rechazados cuando Jesucristo regrese a pedir cuentas a  todos los que son responsables – haga enlace con ‘juez’.

 

Es necesario hacer un comentario referente al terrible sufrimiento que vemos a nuestro alrededor, como el espantoso asesinato de millones de personas, mujeres y niños de parte de tiranos que no se detendrán ante nada para permanecer en el poder. Tristemente, eso es inevitable en este actual estado caído, cuando el verdadero Dios de la Biblia es desdeñado o ignorado. Tal situación es la obra del hombre, y nos hace recordar de por qué David proclamó: “Caigamos ahora en mano de Yahvéh, porque sus misericordias son muchas, mas no caiga yo en manos de hombres” (2 Samuel 24:14).

 

Terribles cosas cometidas por gente perversa fue “duro trabajo” para que el salmista tratar de aceptarlo “hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el destino final de ellos” (Salmos 73:16, 17). Sí, el juicio vendrá sobre los malvados, de repente o por el resultado normal del pecado, lo que resulta en la muerte eterna. Si algunos tienen al menos un conocimiento básico de la verdad de Dios, éstos también estarán sujetos a un juicio individual al regreso de Jesucristo. Félix “se espantó” cuando Pablo le habló del “juicio venidero” (Hechos 24:25).

 

Una vez más tenemos una referencia al alfarero y la arcilla:

 

“¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria?” (Romanos 9:22, 23). En cuanto a "vasos ... para honrar" y "vasos ... deshonrar" enlace a 2 Timoteo 2 (inglés). Jesucristo declaró "¿Y Dios no hará justicia á sus escogidos, que claman á él día y noche, aunque sea longánime acerca de ellos? Os digo que los defenderá presto" (Lucas 18:7,8).

 

Si somos flexibles en las manos del Alfarero Divino, todavía puede ponerse de manifiesto "a la gloria" y no "a la destrucción" - Jeremías 18:1-10.

 

“Todo tiene su tiempo, y a todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1) – y tristemente, el presente es un tiempo de pecado y muerte. Pero pronto la Creación será liberada, y pronto se ha de establecer el justo reinado de Dios en la persona de Cristo. Por este bendito tiempo futuro (en la actualidad ya muy cercano) vale la pena esforzarse en todo aspecto.

 

“Porque no para siempre será olvidado el menesteroso, ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente”… “Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz” (Salmos 9:18 y 37:11). Respecto a Jesucristo, leemos:

 

“Florecerá en sus días la justicia, y habrá abundancia de paz, hasta que no haya luna… Será su nombre para siempre. Se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado” (Salmos 72:7, 17). Las misericordiosas promesas de Dios pueden hacer cambios en su vida, y las tres se pueden ver comenzando aquí – ‘promesas’.

 

Esperamos que los datos bíblicos ya señalados sean de alguna ayuda. Si Ud. tuviera preguntas o comentarios, sírvase contactarse con nosotros:

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